Gratitud

"La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes."

domingo, 15 de enero de 2017

Laurel

El laurel nobilis es más conocido por todos nosotros como laurel. Es un árbol originario de la zona mediterránea donde crece silvestre en la mayoría de los lugares. El árbol es de crecimiento lento, por lo que se le considera casi como arbusto, aunque si se le deja crecer puede llegar a alcanzar más de 10 metros de altura con el paso de los años. Las hojas de laurel son muy aromáticas por lo que se utilizan mucho en la cocina, pero no va a ser el tema que nos ocupa hoy, nosotros vamos a hablar de sus propiedades para aplicar vía tópica, así que hoy os enseñamos cómo hacer aceite de laurel. 


El aceite de laurel es uno de los más utilizados en los tratamientos de aromaterapia por sus propiedades sedantes, digestivas y diuréticas, sobre todo. Asimismo, también constituye un componente habitual de cremas antisépticas y antiinflamatorias de uso tópico para la piel, así como de perfumes y otros cosméticos. Elaborarlo en casa puede ser una tarea muy sencilla si sabemos cómo hacerlo. 


Necesitarás:
  • 30 g de hojas de laurel frescas
  • 1 litro de aceite de oliva virgen extra o aceite de almendras
  • Vitamina E


Instrucciones:

1. Lo primero que debes hacer es recoger hojas de laurel frescas. Es importante que no sean secas para poder mantener todas sus propiedades y elaborar el aceite mucho mejor. Luego, también necesitarás aceite de oliva virgen extra, o de almendras en su defecto. En cuanto a las cantidades, lo ideal es utilizar un litro de aceite por 30 gramos de hojas de laurel.



2. Una vez listos todos los ingredientes, ya podemos empezar con la elaboración del aceite de laurel casero. Para ello, tritura con las manos o un mortero todas las hojas. Deberás machacarlas hasta que veas que empiezan a soltar un ligero aceite. Es por esto que deben ser frescas y no secas.
3. Cuando las tengas bien trituradas, introducelas con el aceite que han liberado en un recipiente con cierre hermético y cúbrelas con el aceite de oliva. Luego tápalo y déjalo macerar durante dos semanas en un lugar fresco y libre de humedades. Pasado el tiempo, deberás cambiar las hojas de laurel por unas nuevas para intensificar el aroma. Simplemente vuelve a recoger hojas frescas, lávalas, machácalas e incorporarlas al tarro con el aceite, tápalo y déjalo dos semanas más.


4. Una vez pasadas estas dos semanas más, ya puedes colar el aceite. Para hacerlo necesitarás un paño de algodón o gasa. Simplemente coloca el paño o gasa sobre el recipiente donde vayas a reservarlo para su uso y vierte el aceite sobre él. Luego, exprime el paño todo lo que puedas para que retenga el mínimo aceite posible.

5. ¡Y listo! Ya tienes tu aceite de laurel casero terminado para usarlo. Si lo deseas, puedes añadir unas gotas de vitamina E para una mejor conservación. 





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