Gratitud

"La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes."

viernes, 13 de enero de 2017

Instrumentos para rituales

LIBRO DE REGISTRO 

Cuando uno ha conseguido ya una alta demostración de su poder mágico, necesita recordar con exactitud la fórmula con que pudo llegar a esta situación para poderla repetir cuando la ocasión lo requiera. Para ello, lo mejor es llevar un libro de notas, un breviario. 

Este libro debe estar planificado mitad como diario mitad como recetario. Es una cosa muy personal, y la necesidad de que sea secreto es obvia, pues una cosa que ha costado tanto esfuerzo debe producir un buen resultado. Hay que establecer una práctica de recompensa desde el principio del trabajo. Hay que anotar la fecha, la hora y los detalles de cada ritual realizado o de la invocación hecha. En pocos meses uno se encontrará con un inapreciable recordatorio. 

A este libro se le da el nombre de Grimorio, que en términos de brujería significa «Recetario Secreto».




Otro elemento importante es el altar. 

EL ALTAR: El altar casero del budismo viene a ser igual que el de la Brujería. Una pequeña tabla es el altar ideal y, también (como en el culto budista), se puede retirar después de cada ceremonia. Los requerimientos mínimos para este altar son dos candelabros con sus correspondientes cirios, un quemador de incienso, dos pequeñas vasijas (una con agua y otra con tierra) y un encendedor y apagador de cirios, pues sabido es que un brujo o bruja no puede soplar para apagar una vela. Cuando los rituales estén más avanzados, un espejo será también de utilidad.




3 Para más información mirar la entrada dedicada al altar 3


CÁLIZ, MORTERO

Cuando se empiezan a mezclar las pociones y recetas brujeriles, se necesita una gran copa o cáliz y una bandeja o recipiente que pueda soportar el calor del carbón encendido sin que dé lugar a que se pueda prender fuego en el recinto.



EL VESTUARIO

«En mi opinión -dice Manning- el mejor vestuario de un brujo es aquel con el que vino al mundo, es decir, la propia piel. Ahora bien, cuando tengan que efectuarse los rituales en lugares donde el frío de la noche sea intenso se puede recurrir a ropas simples, pero la ausencia de toda vestimenta proporciona libertad física y psíquica, sumergiéndonos de lleno en la belleza de las antiguas tradiciones de la fertilidad y de la unión con la naturaleza, que es el verdadero poder de la Brujería. Mi única excepción favorita sería el uso del sombrero cónico, símbolo de la Gran Pirámide, porque para llegar a ella hace falta un gran poder energético.»

INCIENSO

Un elemento casi imprescindible en cualquier ritual de magia es el incienso que a la vez que perfuma, purifica el área donde va a realizarse el ritual, aleja las energías negativas y ayuda a meditar, por eso es necesario contar con un Incensario en el que además de quemarse incienso se queman hierbas en honor de la Diosa y el Dios. El incensario debe ser un recipiente cóncavo de gran tamaño a ser posible de metal y con una media luna y un pentáculo grabados. Si no se tiene uno a mano, se puede fabricar uno con una vasija o una concha marina.


PENTACULO

Esta figura representa al elemento Tierra, es un símbolo de protección y suele usarse para centrar la energía. Todo lo que se coloque sobre el pentáculo quedará consagrado. El pentáculo está formado por una estrella de cinco puntas rodeada por un círculo, cada una de las puntas representa a uno de los Cuatro Elementos, la quinta punta representa el Espíritu o esencia que muchos consideran el quinto elemento.


VELAS


Las velas pueden ser: de parafina, de cebo y de miel. 
Las de cebo se utilizan únicamente para invocaciones de magia negra, no siendo recomendable el uso de las mismas para iluminar seres de luz; escogida generalmente con fines perversos. 
Las de miel se emplean para hacer endulzamientos y armonizaciones; se desenrollan y con un palillo de dientes se escribe la solicitud y el nombre de quien se requiera. 
Y las de parafina, las comúnmente más utilizadas, se adaptan a todos los fines.

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