Jazmin

El jazmín está considerada como una de las plantas más bellas, además de contar con múltiples propiedades tanto medicinales como cosméticas. La infusión de jazmín nos ayuda a combatir el insomnio y calmar la ansiedad, además de ser un excelente diurético natural. Su aceite, es ideal para evitar la pérdida del cabello y prevenir el frizz o pelo encrespado. Elaborar aceite de jazmín en casa es una tarea muy sencilla pero deberás tener paciencia, pues necesita un tiempo de maceración. 

Necesitarás:

100 g de flores de jazmín

Aceite de almendras

Tarro de cristal y cierre hermético

Instrucciones:

1. Para hacer el aceite de jazmín necesitaremos 100 gramos de flores. La flor del jazmín es una de las que menos aceite segrega, por lo que necesitamos más cantidad de la que usaríamos para hacer un aceite elaborado con plantas que produzcan una mayor cantidad, como las rosas.

2. Machaca las flores de jazmín con la ayuda de un mortero. Cuando las tengas bien troceadas, coge un tarro de cristal y cierre hermético. Puesto que el jazmín es una planta que segrega poca cantidad de aceite, necesitaremos un aceite base que absorba toda su esencia. El mejor para ello es el aceite de almendras. Así pues, introduce las flores machacadas en el frasco y cúbrelas por completo con este aceite.

3. Luego, cierra el frasco déjalo macerar durante un mes en un lugar donde no llegue la luz directa del sol ni haya humedad. Deberás remover un poco el tarro cada día o cada dos. Si lo deseas, puedes añadir a la mezcla de flores y aceite de almendras unas gotas de vitamina E para que se conserve en mejores condiciones y, en caso de querer usar el aceite de jazmín para la piel, incrementar sus beneficios.

4. Pasado el mes, deberás colar el aceite, introducirlo en otro frasco con cierre e incorporar flores nuevas. Como en el paso 2, tienes que machacar las flores antes de añadirlas. Deja reposar el aceite de jazmín otras tres semanas.

5. Para asegurar que obtienes un mejor aceite de jazmín, pasadas las tres semanas puedes volver a repetir el proceso anterior. Es decir, filtrar el aceite de nuevo, introducirlo en otro frasco, renovar las flores y dejar reposar tres semanas más. Una vez pasado este tiempo, ya tendrás tu aceite de jazmín casero listo para usar.

6. Es importante resaltar que el aceite de jazmín no debe ingerirse, solo utilizarse de forma tópica sobre la piel, para realizar masajes o aplicar en el cabello. Si lo que deseas es tomar jazmín para aprovecharte de sus propiedades medicinales, deberás hacerlo en forma de infusión, no de aceite.

Propiedades del aceite de jazmín

El aceite de jazmín, como ocurre con todos los aceites aromáticos, cuenta con numerosos beneficios para la salud. 

Resulta muy útil para tratar enfermedades relacionadas con la piel debido a sus propiedades cicatrizantes y antisépticas. El aceite de jazmín cuenta también con interesantes cualidades a la hora de tratar problemas respiratorios, ya que es antiespasmódico y expectorante. Su aroma resulta muy relajante y apropiado para calmar los estados de nervios y ansiedad. El aceite de jazmín es un componente muy utilizado en el ámbito de la cosmética: al mezclarlo con aceites esenciales de limón y pomelo reduce la caída del pelo, y resulta un gran tratamiento que además hidrata, nutre, tonifica y proporciona elasticidad a la piel.

Preparación del aceite de jazmín

Coloca las flores de jazmín dentro de un mortero, si no tienes intenta machacarlas muy bien dentro de algún recipiente sin perder ningún pétalo ni esencia.

Una vez que las flores estén bien machacadas las debes colocar dentro de un frasco con cierre hermético. A esto debes añadirle el aceite de almendras, que nos ayudará a que tenga una textura apropiada y a que conserve todos los aromas, ya que el jazmín es una de las flores que menos aceite segrega.

Una vez que tengas tu frasco con las flores y el aceite bien mezclados, si lo deseas, le añades unas gotas de vitamina E que ayudará a su mejor conservación y si lo usas sobre la piel tendrá mayores beneficios. Luego debes cerrarlo muy bien y dejar macerar durante un mes en un lugar seco y oscuro (es decir, que no le dé la luz del sol directamente). Remueve la mezcla cada dos o tres días.

Luego de un mes tienes que colar el aceite, pasarlo a un nuevo frasco y añadirle nuevas flores machacadas, como en el primer paso, sólo que esta vez puede ser menos cantidad. Déjalo reposar 3 semanas más.

Después de este tiempo, cuelas nuevamente el aceite de jazmín y estará listo para su uso. De todas formas, si quieres aumentar la intensidad del aroma a jazmín puedes repetir el proceso de colar y agregar flores nuevas dejándolo más semanas macerando. Cuantas más veces repitas este proceso más intenso será tu aceite esencial de jazmín.

Recuerda que el aceite de jazmín no debe ingerirse, sólo sirve para su utilización sobre la piel o el cabello y para realizar masajes.